¿cómo ha evolucionado su uso en el Perú?

Con la pandemia, firmas y abogados litigantes han tenido que adaptarse, de manera acelerada, al uso de herramientas tecnológicas para continuar brindando sus servicios.

Acostumbrados al contacto presencial para llevar adelante un litigio, sea en su relación con el cliente o con los administradores de justicia, los abogados también han tenido que adaptarse a los nuevos tiempos impuestos por la pandemia.

Por lo que además de valerse de los sistemas de videoconferencias, también han tenido que invertir “rápidamente” en legaltech, aquel concepto que engloba a las herramientas tecnológicas o software vinculados a la industria legal y que ha empezado a ganar terreno en nuestro país, según refieren en Gericó Associates (GA).

“La coyuntura ha forzado al sector a dar pasos más acelerados. Antes solo se valían de la presencialidad para la relación y prestación del servicio, pero el legaltech, en esencia, ha hecho que las firmas de abogados, gerencias legales o entidades públicas sean más eficientes porque permite que los abogados realicen sus actividades de forma más automatizada, ágil y con un mayor valor agregado”, afirma Wilfredo Murillo, experto en la industria legal y socio en Perú de GA.

Aclara que aunque se trata de un término que se confunde mucho con lo vinculado al derecho de las nuevas tecnologías o derecho digital, el legaltech alude a la tendencia que identifica a la tecnología aplicada a la industria legal, tal como sucede con las fintech (tecnología financiera), edtech (tecnología educativa), proptech (tecnología para el sector inmobiliario) o biotech (biotecnología).

“Amazon, por ejemplo, ya ofrece servicios como registro de marca y eso demuestra que la tecnología está haciendo que ciertos servicios ya no solo sean prestados por firmas de abogados” afirma seguro de que en el Perú aún tenemos un camino pendiente por recorrer a nivel de infraestructura TI, desarrollo de big data, aplicación de inteligencia artificial o cultura digital, tanto en el caso de los abogados como de las empresas o personas.

PANORAMA PROMETEDOR

En cuanto a las tendencias que eran comunes en las firmas legales y que tras la pandemia han quedado en desuso, Murillo sostiene que la presencialidad para las reuniones con clientes y equipos de trabajo, ha pasado a ser casi una excepción, mientras que las reuniones constantes (en oficina, almuerzos, cócteles, eventos) se redujeron hasta en un 80%, generando mayor disponibilidad de los socios o abogados senior para temas de atención de proyectos, casos o clientes.

A pesar de lo que las firmas legales podrían ganar con la automatización de sus procesos, el especialista sostiene que su implementación solo está siendo aplicada por el 20% o 30% de las firmas de abogados debido a que la mayoría se está enfocando en el desarrollo del negocio, estrategias digitales y retención del talento.

Pero las organizaciones que ya han iniciado este camino –explica– han potenciado la dedicación de sus equipos a más proyectos, logrando un mejor tiempo de respuesta al cliente y una estandarización en la calidad de información y servicio, a pesar de estar en fases intermedias o iniciales.

¿Qué podría pasar en el futuro? Según Wilfredo Murillo, en el mediano plazo, la automatización le puede generar a las firmas un ahorro de 30% en tiempo y ocupación. “Con una buena estrategia y visibilidad de estos indicadores, podríamos hablar también de una reducción de infraestructura, equipo y una mayor capacidad para brindar servicios. De acuerdo con estos elementos, las ganancias podrían acercarse a un 20% más en una primera fase de implementación”, afirma.

AJUSTES PENDIENTES

Y aun cuando hay más oferta de servicios legales en línea y los clientes exigen mejores tiempos de respuesta, prontitud de la información y mayor iniciativa, el legaltech –a decir del especialista en industria legal– enfrenta un reto mayor que “se vincula a la escalabilidad de sus propuestas, a la infraestructura que hay dentro de las organizaciones y a un mayor porcentaje de demanda”.

Pero, tomando en cuenta que recientes informes internacionales señalan que un 79% de abogados y firmas legales consideran al legaltech como herramienta fundamental para la continuidad del sector en tiempos de pandemia, Wilfredo Murillo asegura que en el Perú, su percepción como elemento fundamental para la continuidad de los servicios, se ha dado principalmente en mantener el contacto con el cliente, tanto para la captación como para la prestación de servicio.

“Un gran porcentaje de abogados entiende el valor del mismo y se sabe que tarde o temprano los que presten sus servicios sin apalancarse en tecnología, desaparecerán. Sin embargo, el panorama es que mientras que las herramientas tecnológicas sigan teniendo un costo alto para los abogados de firmas pequeñas o prácticas independientes, estas no se masificarán, más allá de tener en cuenta que lo necesitarán”, aclara.

Por esa razón, considera que en el país la complicación para implementar esta tecnología se ha frenado muchas veces por cuestiones de presupuesto porque a pesar de que un 60% de las firmas lo considera una prioridad, al momento de invertir, solo un 30% lo puede hacer en el corto plazo.

“El legaltech dejó de ser un término de moda, no es algo que pasará, vino para quedarse y se debe seguir trabajando en los equipos y más aún en los abogados porque a pesar de que se dice que los servicios legales son uno de los más tradicionales, la tecnología jugará un rol importante en su proceso de transformación”, anota.